3 mar 2010

Estampa carmelitana en San Lorenzo


Tarde-noche del pasado sábado 27 de febrero. Tarde ventosa, casi de tormenta, pero con una temperatura primaveral. Parecía más una tarde-noche de primavera, podría ser de un lunes santo.

La Iglesia de San Lorenzo abarrotada de fieles cofrades de la Hermandad de Ánimas en el último día del Triduo en honor a Nuestra Señora Madre de Dios en sus Tristezas. Hermoso y elegante altar de cultos que emocionaba a todo el que lo contemplaba.

En ese momento recordé la bella estampa carmelitana que D. Pablo García Baena, hermano de Ánimas, rememoró el pasado 21 de noviembre de 2.009 en el transcurso de la X Exaltación a la Virgen del Carmen que tan espléndidamente realizó.

Con el permiso de tan insigne autor, paso a transcribir esa estampa carmelitana, tal y como D. Pablo la relató:

Ahora es San Lorenzo, la noche del lunes santo de 1.951.

El Cristo del Remedio de Ánimas y su muy humilde hermandad se preparan para la primera salida procesional.

Encendidos los faroles de viático, la bandera desplegada, el miserere musitado apenas, el prior de los carmelitas descalzos (del convento de San José) Fray Daniel de la Virgen del Carmen impone el santo escapulario a los hermanos.

No podía ser otro el emblema o escudo, en una hermandad de ánimas, que el escapulario amparado por la promesa maternal: “en la vida protejo, en la muerte ayudo, en el purgatorio salvo”.



Valga este recordatorio de la historia cofrade contada con las palabras testimoniales de tan ilustre testigo, quien además fue causa y parte.

La historia se repite y como en el lunes santo de 1.951 es la Orden Carmelita Descalza la que con nuestro consiliario presente recibe muy agradecida el hermoso regalo a la Santísima Virgen del Carmen. El escudo de oro de la Hermandad de Ánimas lo llevará la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo en su pecho el día de su Coronación Canónica, D.m., el 12 de mayo de 2.012.


Como hermana mayor de la Archicofradía de Ntra. Sra. del Carmen y el Milagroso Niño Jesús de Praga quiero darle las gracias a la Hermandad del Cristo del Remedio de Ánimas y Ntra. Sra. Madre de Dios en sus Tristezas y en particular a su hermano mayor José Aguilera, por tan distinguido presente.



Catalina Hernández Santiago

Hermana Mayor